jueves, 17 de noviembre de 2011

Aunque tú no lo sepas.

Cuando me sonríes siento que se detiene el mundo. Te miro y por una milésima de segundo compruebo que me devuelves la mirada junto con una sonrisa. Tiñendo así mis mejillas de un escalofriante calor que recorre todo mi cuerpo hasta hacerme sentir… ¿Tensa? Sensaciones nuevas e inexplicables. Pero esa ligera sonrisa consigue embobarme durante horas. Consigue mantenerme totalmente embelesada en un mundo que es hermoso, solo porque tú me has dedicado una sonrisa. Que es hermoso a su manera porque hay más de un motivo por el cual sonreír.
Que es hermoso porque tú eres feliz.

Y es por esa sonrisa que soy una egoísta que desea seguir viéndotela por siempre.

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